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Generalidades de
Gases Combustibles

1.- ESTADOS FÍSICOS DE LA MATERIA
Parece ser que el alquimista belga Bautista Van Helmont, a principios del siglo XVII, calentando diversos materiales en un crisol comprobó que se desprendía un espíritu o aliento salvaje al que se bautizó con el nombre flamenco de geest (espíritu) del cual deriva la palabra “gas” que se emplea en la mayoría de los idiomas. Posteriormente muchos investigadores (Avogadro. Boyle. Gay-Lussac. Charles, Van der Waals, etc.) han estudiado a fondo el comportamiento de los gases y hoy en día, a pesar de las dificultades que se presentan para conocer las propiedades de los mismos, tan sólo perdura la idea de “espíritu” en la etimología de su nombre, aunque continúan válidas entre la gente e incluso entre técnicos, muchas ideas falsas sobre el comportamiento de los gases.

La materia puede presentarse en tres estados:
* Sólido: Se entiende por sólido al cuerpo cuyas moléculas presentan una elevada cohesión debido a que las fuerzas de atracción entre ellas son superiores a las resultantes de los movimientos moleculares, de tal forma que cada porción de materia sólida llene una forma invariable y la fuerza de gravedad actúa sobre el conjunto de moléculas. Se dice que los sólidos tienen forma y volumen constantes.
* Líquido: En el que las fuerzas resultantes de los movimientos moleculares son lo suficientemente elevados, respecto a las fuerzas de atracción, para permitir que unas moléculas resbalen sobre las otras, con lo cual tienden a ocupar la parte baja del recipiente que contiene el líquido, adoptando su forma. La fuerza de gravedad actúa independientemente sobre cada molécula. Se dice que los líquidos tienen forma variable y volumen constante.
* Gas: En los gases el movimiento de sus moléculas es tal que vence a las fuerzas de atracción molecular, así como a las de la gravedad. Las moléculas de los gases se escapan ocupando todo el espacio disponible, por lo que los gases sólo pueden conservarse en recipientes cerrados, sin lo cual se dispersarían en la atmósfera. La velocidad con la que estos fenómenos ocurren depende de la difusibilidad del gas, sin que la fuerza de gravedad tenga una gran influencia en su dispersión. Se dice que los gases tienen forma y volumen variables.
Los gases, al contrario que los sólidos y los líquidos, son en mayor o menor grado compresibles, es por ello que siempre que nos referimos a un volumen determinado de un gas debe indicarse a que presión y temperatura se ha medido, cosa que generalmente no es preciso indicar en el caso de los sólidos y líquidos.

2.- PROPIEDADES DE LOS GASES
Los diferentes gases se caracterizan por diversas propiedades que los hacen aptos para usos muy variados: entre estas propiedades se pueden resaltar las siguientes:
* 2.1. Reactividad: Hay gases que son combustibles (acetileno, butano, gas natural, hidrógeno, etc.); otros son comburentes, o sea necesarios para la combustión u otras reacciones de oxidación (oxigeno, aire, cloro, etc.), o bien pueden ser inertes, o sea que ni arden ni favorecen la oxidación (nitrógeno, anhídrido carbónico, etc.). Cada uno de estos gases tiene aplicaciones específicas.
* 2.2. Densidad: La densidad de los sólidos y líquidos se expresa con relación al agua. En el caso de los gases esta relación no tendría ningún sentido y por ello se expresa la densidad de los gases con respecto al aire, medidos ambos a las mismas condiciones de presión y temperatura; de esta forma la densidad relativa indica las veces que un volumen del gas que se trate pesa más o menos que el mismo volumen de aire (un metro cúbico de aire seco a 0º C y a una presión de 760 mm. de mercurio pesa 1,2929 Kg.). Los gases menos densos que el aire tienden a ascender en la atmósfera diluyéndose fácilmente en la misma; su fuerza ascensional se emplea en la construcción de aeróstatos y dirigibles (helio, hidrógeno, etc.). Los gases más densos que el aire tienen tendencia a acumularse a ras del suelo y en las oquedades del terreno (anhídrido carbónico, butano, etc.).
La densidad de los gases tiene mucha Importancia en el caso de fugas accidentales, no sólo por lo ya indicado de su ascensión en la atmósfera (hidrógeno, gas natural, etc.) o su tendencia a acumularse en los puntos bajos (propano, butano, etc.), sino porque cuanto menor sea la densidad del gas, su difusión y dilución en el aire será más rápida.
* 2.3. Acción sobre el organismo humano: El hombre necesita para vivir el oxígeno del aire y éste se emplea aunque con limitaciones en usos médicos, todos los demás gases pueden ser: tóxicos (monóxido carbónico, cloro, peróxido de nitrógeno, etc.): anestésicos (oxido nitroso, etc.), o inocuos (anhídrido carbónico, nitrógeno, gas natural, etc.) lo que no significa que no sean dañinos, ya que al desplazar al oxígeno del aire, especialmente en los recintos cerrados, pueden producir asfixia.
Cualquier combustible, aunque no sea tóxico pero que arda con defecto de oxígeno o de una forma incorrecta, puede producir intoxicaciones. El monóxido de carbono se combina muy fuertemente con la hemoglobina de la sangre, bloqueándola e impidiendo su actuación como transportadora de oxígeno. En la gráfica de la figura 1 se representan los efectos derivados de respirar atmósferas que contengan diferentes proporciones de monóxido de carbono; debe hacerse resaltar cómo con tan sólo un 0,1 % de monóxido de carbono en la atmósfera que se respira se puede llegar al límite mortal.

EFECTOS DEL MONÓXIDO DE CARBONO
Dependencia entre la formación de CO-Hemoglobina en la sangre humana con la concentración de CO aspirado, el tiempo y la actividad.
(de May, Archivos de Patología Industrial 10, 1940).

Efectos del monóxido de carbono
(Figura 1)

* 2.4. Compresibilidad: Como ya se ha indicado, los gases, al contrario de lo que ocurre con los sólidos y los líquidos, son en mayor o menor grado compresibles: esta propiedad tiene importancia para facilitar su distribución ya que al ser comprimidos, y por lo tanto al disminuir el volumen que ocupan, se reducen los costos del transporte, tanto mediante garrafas o cilindros como a través de tuberías.
No todos los gases se comportan igual cuando se comprimen: este comportamiento depende de una temperatura característica de cada gas, llamada temperatura crítica, por encima de la cual el gas no puede ser licuado únicamente por compresión, sea cual fuera la presión a que se someta.
En la gráfica de la se representa, de forma esquematizada, el comportamiento de un gas frente a la compresión mediante líneas isotermas entre las que destaca la correspondiente a la temperatura crítica. Mediante esta gráfica pueden explicarse muchos fenómenos normalmente mal conocidos o explicados. A continuación se Indican los principales comportamientos de los gases frente a su compresión.

Compresibilidad de los gases
(Figura 2)

A) Hay gases que tienen una temperatura crítica muy baja (aire, oxigeno. metano, gas natural, etc.): estos se pueden comprimir a cualquier presión, manteniendo constante la temperatura sin que ocurra nada, lo cual significaría recorrer (en la gráfica) una curva tal como la T7 de derecha a izquierda. El oxígeno se transporta, en forma gaseosa, en cilindros de acero comprimido a 150 bars (kg/cm2) con lo que su volumen disminuye 150 veces; igualmente el aire de los equipos respiratorios se comprime hasta 300 bars y el gas natural se transporta en la red nacional a 72 bars.

B) Otros gases, cuya temperatura crítica es superior a la temperatura ambiente (propano, butano, anhídrido carbónico, etc.), cuando se comprimen condensan en forma líquida y de esta forma se transportan en garrafas o cilindros de acero, consiguiendo disminuciones de volumen del orden de las 300 veces, aunque con presiones inferiores a las del apartado anterior. A temperatura ambiente (25ºC) estas presiones son aproximadamente las siguientes:

Propano (según composición)
Butano (según composición)
Anhídrido carbónico

 8.9 kg /cm2
 1.9 kg /cm2
 50.0 kg /cm2

Este tipo de compresión significa recorrer una curva tal como la T2 de la gráfica: el tramo horizontal corresponde al período en el que parte del gas está en fase líquida y parte en fase gas; al disminuir el volumen, el gas va condensando sin variar de presión.
Los recipientes que transportan gases licuados no deben llenarse en exceso, como sería el caso de todos los puntos representativos situados a la izquierda de la recta EF, ya que en el caso de un aumento de la temperatura, o sea al desplazarse el punto representativo verticalmente (volumen del recipiente constante, por ejemplo siguiendo BD), no sólo aumenta la presión sino que parte de la fase de gas condensa en forma líquida y en el momento que se llegue al punto D todo el gas se habrá licuado y a partir de este momento un pequeño aumento de la temperatura se transformará en un aumento brutal de la presión, debido a la incompresibilidad de los líquidos, con el consiguiente riesgo de rotura del recipiente.

C) Si cualquiera de los gases indicados en a), además de comprimirlo, se consigue enfriarlo suficientemente, es posible licuarlo; de esta forma se consiguen disminuciones de volumen del orden de las 600 veces, pero se necesitan recipientes especiales que resistan las bajas temperaturas (acero inoxidable, aluminio, etc.) y suficientemente calorifugados para mantener la temperatura del líquido.
Las bajas temperaturas y licuación del gas se consiguen mediante sucesivas compresiones. Refrigeraciones y expansiones adiabáticas del mismo.
Actualmente se transportan licuados el oxígeno y el nitrógeno cuando se precisan consumos relativamente elevados, de los mismos.

D) Un caso especial es el acetileno, el cual al comprimirlo por encima de 1.5 bars tiende a descomponerse en carbono e hidrógeno. Con desprendimiento de energía. Para su transporte se ha encontrado una solución útil disolviéndolo en acetona u otros disolventes y embebiendo esta disolución en una materia inerte y porosa que rellena los cilindros de acero; de esta forma se puede trabajar con seguridad a presiones de hasta 25 bars.

* 2.5. Otras propiedades: Según el uso al que se destinan los diferentes gases son de interés unas u otras de sus propiedades, así por ejemplo, para todos los gases combustibles además de las indicadas anteriormente, son de Interés las siguientes:
- Potencia calorífica, o sea, la cantidad de calor que puede suministrar la combustión de un metro cúbico de gas, o bien de un kilogramo del mismo. Normalmente si no se indica lo contrario se indica la potencia calorífica superior, mientras que la inferior que corresponde a no recuperar el calor latente del vapor de agua formado en la combustión se indica únicamente en el caso de aplicaciones específicas.
- Los límites de inflamabilidad corresponden a las composiciones en tanto por ciento de gas en aire entre las cuales a presión y temperatura ambiente la mezcla es inflamable. Estas constantes, así como las dos siguientes, tienen interés en el estudio de los posibles accidentes.
- La máxima velocidad de propagación de la llama corresponde a la velocidad inicial, medida en cm. / seg., con la cual se desplaza la llama de una mezcla estequiométrica de gas-aire.
- La temperatura de inflamación corresponde a la temperatura a la cual se inflama, una mezcla estequiométrica de gas-aire sin necesidad del concurso de una llama.
- La temperatura teórica de combustión es la máxima temperatura que teóricamente se puede alcanzar en la combustión perfecta del gas, estando tanto el aire como el gas a la temperatura ambiente, o sea sin recuperación de calor.
- El punto de rocío de los humos es la temperatura a la cual empieza a condensar el vapor de agua producido en una combustión estequiométrica. Si el gas contiene azufre esta condensación se produce a una temperatura algo superior y recibe el nombre de temperatura de condensación ácida.
- Poder comburívoro que indica el volumen de aire seco preciso para la combustión exacta de un volumen de gas expresado en m3. /m3.
- El volumen de los humos producidos en la combustión estequiométrica de un volumen de gas.

En la tabla adjunta se indican las principales características de los gases combustibles más significativos.

Características de algunos gases
(Figura 3)

 

Oxido de Carbono

Hidrógeno

Metano

Etano

Propano

N. Butano

Etileno

Acetileno

Gas Natural

Fórmula

CO

H2

CH4

C2H6

C3H8

C4H10

C2H4

C2H2

 

Masa Molecular

28´011

2´016

16´043

30´070

44´097

58´124

28´054

26´038

-

Peso específico gas (gr/l.)

1´250

0´089

0´716

1´356

2´019

2´703

1´160

1´171

0´508

Densidad relativa aire = 1

0´967

0´069

0´554

1´049

1´562

2´091

0´976

0´906

0´640

Temperatura de ebullición a 1 Atm en ºC

-191

-253

-161

-89

-42

-0´5

-104

-84

-

Calor latente de vaporización (cal/gr.)

50´4

108

121´8

116´8

81´7

86´6

115´4

-

-

Potencias caloríficas

Superior Kcal/m3

Inferior Kcal/m3

Superior Kcal/Kg

Inferior Kcal/Kg

 

 

3020

3020

2410

2410

 

 

3050

2570

33980

28640

 

 

9530

8570

13300

11960

 

 

16860

15400

12430

11350

 

 

24350

22380

12050

11080

 

 

32060

29560

11860

10930

 

 

15170

14210

12040

11270

 

 

13980

13490

11940

11540

 

 

11000

9730

-

-

Límites de inflamación en el aire a P y T ambientes

Gas    Inferior

           Superior

 

 

 

 

12´5

74´0

 

 

 

 

4´0

75´0

 

 

 

 

5´3

14´0

 

 

 

 

3´0

12´5

 

 

 

 

2´2

9´5

 

 

 

 

1´9

8´5

 

 

 

 

3´1

32´0

 

 

 

 

2´5

80´0

 

 

 

 

4´ 7

13´7

Máxima velocidad de la llama en cm/seg.

50

280

26

34

32

33

65

260

35

Aire seco necesario para la combustión estequiométrica m3/m3

2´38

2´38

9´52

16´57

23´81

30´95

14´28

12´4

12´4

Volumen de humos  húmedos producidos en la combustión estequiométrica m3/m3

2´88

2´88

10´52

18´17

25´81

33´45

14´28

12´4

12´4

Temperaturas de inflamación de mezclas estequiométricas ºC

609

572

535

472

468

410

490

305

520

Temperatura teórica de la combustión en el aire (ºC)

2123

2086

1922

1956

1964

1968

2070

2246

1960

Punto de rocío de los humos de la combustión estequiométrica ºC

-

72´8

59´3

56´3

54´3

54´9

54´2

41´9

-

Temperatura crítica ºC

-139

-239´9

-150

34´3

102

153

9´6

36

-

 

 

 

.
3.- GASES COMBUSTIBLES MÁS CORRIENTES

* 3.1. El grupo de los G.L.P. (Gases Licuados de Petróleo): Está formado esencialmente por el propano y el butano; ambos son más densos que el aire, de ahí la prohibición de su almacenamiento y empleo en sótanos. Se comercializan licuados en garrafas de acero, cuya presión interior depende del grado de llenado de la garrafa de acuerdo con la siguiente tabla cuyos valores corresponden al propano y butano puros. El butano comercial contiene cantidades variables de propano y algunos hidrocarburos no saturados, y el propano y lleva pequeñas proporciones de butano.

Temperatura ºC

Presión

kg/cm2

Propano

Butano

0
16
30

-43
-28
-17

0
1
2

40
48
55

-7
-1
8

3
4
5

 

18
26
33

7
9
11

 

39
43

13
15

Los G.L.P. se obtienen en la destilación de los crudos de petróleo y no tienen olor, por lo que para poder detectar cualquier posible fuga se les adicionan mercaptanos qué son compuestos derivados de sustituir un hidrógeno del sulfuro de hidrógeno por un radical alquilo. Los mercaptanos dan a los G.L.P. su olor característico semejante al de los ajos.

* 3.2. El gas natural procede de yacimientos subterráneos, donde se encuentra embebiendo rocas areniscas y de donde se extrae mediante perforaciones. Existen diversas teorías sobre la formación del gas natural (origen animal, origen vegetal, origen cósmico, etc.). La composición de los gases naturales varía de un yacimiento a otro pero los que se distribuyen una vez depurados y tratados están formados por alrededor del 90% de metano al que le acompañan pequeñas cantidades de etano, nitrógeno y anhídrido carbónico.
Una vez tratado, el gas natural se transporta mediante tuberías a presión o se licúa para su transporte mediante buques metaneros o camiones cisterna a unos 160ºC bajo cero o se almacena en recipientes para su posterior redistribución. Cuando está licuado se le conoce como G.N.L. (Gas Natural Licuado).
El gas natural no tiene olor y para poder detectado se le adiciona metil etil-mercaptan.

* 3.3. El acetileno puede obtenerse en generadores apropiados a partir del carburo cálcico y agua pero generalmente se emplea el que viene disuelto en acetona y envasado en cilindros de acero rellenos de una materia porosa.
Su potencia calorífica es de unas 14.000 Kcal /m3 y es ligeramente menos denso que el aire. Por sus especiales características conviene hacer algunos comentarlos sobre su comportamiento.
Puede ocurrir, bien sea por un retomo intempestivo de la llama del soplete, por un defecto en el relleno poroso del cilindro, por falta de acetona, o bien por un incendio fortuito junto al cilindro, que éste se caliente por haberse iniciado reacciones de descomposición en su interior, en este caso debe apagarse el posible incendio y debe rociarse abundantemente con agua el cilindro para enfriado durante el tiempo que sea preciso sin moverlo de la posición en que se encuentre, hasta comprobar que no vuelve a calentarse; sólo entonces se cerrará el grifo de salida y se trasladará con cuidado a un depósito con agua, donde se introducirá, avisando al suministrador de lo ocurrido para que retire y revise el cilindro.
En un principio parece que sería lógico abrir el grifo para aliviar la presión interior y trasladar el cilindro de inmediato a un depósito de agua; sin embargo, si el cilindro se ha calentado significa que en el interior del mismo se ha formado un espacio en el que se ha destruido el relleno y en el que no hay acetona, el hecho de abrir el grifo y mover el cilindro ocasionaría un nuevo aporte de acetileno a dicha zona que normalmente estará con restos de carbón y con hidrógeno, productos de descomposición del acetileno, ambos ya inactivos; por ello es preferible refrigerar fuertemente y tan sólo cuando se tenga la seguridad de haber frenado la descomposición, trasladar el cilindro y vaciarlo lentamente mientras continúa la refrigeración.
Si no se refrigera el cilindro la reacción puede acelerarse, hasta poner al rojo las paredes de la misma, llegando incluso a hacerla estallar.
Los cilindros de acetileno se emplearán en posición vertical y como máximo recostados; nunca se usarán en posición horizontal si ha sido preciso transportarlos horizontalmente se dejarán durante al menos 15 minutos en posición vertical antes de emplearlos.

4. COMBUSTIÓN DE LOS GASES

* 4.1 Generalidades
Lo combustión es una reacción química entre dos sustancias llamadas combustible, la que arde, y comburente, la que hace entrar en combustión al combustible. El comburente más generalizado es el aire. En la combustión se produce un desprendimiento de energía en forma de luz y calor y unos productos gaseosos llamados humos. En el caso de los combustibles gaseosos no se acostumbran a producir cenizas.
Los gases combustibles se emplean, tanto en la Industria como en aplicaciones domésticas, por su capacidad de producir fácilmente energía calorífica, en el punto deseado, con una gran posibilidad de regulación y con buenos rendimientos; sin embargo esta misma facilidad de combustión hace que cualquier fuga pueda inflamarse, bien sea creando un foco de incendio, bien produciendo una deflagración: por lo tanto el estudio de la combustión de los gases debe realizarse tanto desde el punto de vista del rendimiento como desde el de la seguridad.
En la tabla adjunta se indican, de forma comparativa, las principales constantes de los gases más corrientes.
Para que la combustión de un gas sea completa es preciso que se produzca un contacto íntimo entre el gas y el aire; esto se consigue Indistintamente por varios procedimientos a saber:
* Dando a la llama una forma aplanada (mariposa)
* Subdividiendo la llama en varias mas pequeñas (calefones)
* Realizando una premezcla del gas con parte del aire preciso para la combustión (quemadores de cocina).
* Produciendo la turbulencia adecuada (quemadores industriales).

Los gases quemados, ricos en anhídrido carbónico, si son mal ventilados pueden producir asfixia en un local cerrado por desplazamiento del oxígeno; peores consecuencias tiene la mala combustión que puede producirse si los humos se mezclan con el aire de alimentación, ya que el monóxido de carbono que se forma es muy tóxico, de ahí lo obligación de disponer de una salida al exterior para los humos de los calefones y calderas.

* 4.2. Límites de Inflamabilidad
No todas las mezclas de gas-aire pueden arder, y para cada gas se pueden definir dos mezclas límite por debajo y por encima de las cuales no es posible la combustión. Las composiciones correspondientes a estas mezclas se designan con el “Límite Inferior de lnflamabilidad” (LlE en castellano o LEL en inglés) y el “Límite Superior de Inflamabilidad” y sus valores para algunos gases combustibles se indican en la tabla adjunta.
Veamos qué ocurre, por ejemplo, con el gas manufacturado o gas ciudad. Si en el interior de un recinto se produce una fuga de gas y en este mismo recinto existe un punto de ignición (llama libre, chispa de aparato eléctrico, etc.) no ocurrirá absolutamente nada mientras en el punto de ignición se llegue al LlE del gas. Si la proporción de gas es superior se producirá una deflagración, o sea una combustión con avance de un frente de llama a una velocidad que será cada vez más rápida conforme aumente la proporción de gas, esta velocidad alcanza un máximo cuando la mezcla gas aire es la óptima para la combustión, descendiendo de nuevo al aumentar la proporción de gas, hasta que para proporciones de gas superiores al LIE (inflamabilidad) no es posible iniciar la deflagración. En la figura 4 se representan las velocidades de propagación de la llama para diferentes combustibles.

* 4.3. Explosión, deflagración, detonación
En el sentido más amplio, la explosión es el efecto producido por una expansión violenta y rápida de gases. Las explosiones pueden producirse a partir de:
* Cambios químicos, tales como la detonación de un explosivo o combustión de una mezcla de aire y gas inflamable, generalmente en forma de deflagración.
* Cambios físicos o mecánicos, tales como la rotura de una caldera o recipiente a presión.
* Cambios atómicos (bomba atómica).

La deflagración es la combustión de una mezcla gaseosa por capas, de tal manera que una capa al arder proporciona el calor preciso a la capa siguiente para que se inflame; la combustión se realiza pues, mediante una llama que avanza de forma acelerada pero siempre a una velocidad subsónica.
La deflagración va acompañada de un aumento de presión, cuyo valor depende de la resistencia presentada por las paredes del local, así por ejemplo al aire libre prácticamente no hay aumento de presión, mientras que en un local con paredes muy resistentes se puede llegar como máximo, teóricamente, a 7 Kg/cm2, en la práctica no se llega a estas presiones pues en el momento que ceden los cristales (un cristal normal de vidriero se rompe a unos 22/360 gr/cm2 según dimensiones y espesor) o algún tabique, deja de aumentar la presión así pues depende de la resistencia ofrecida por los elementos débiles y de la superficie de los mismos el que se produzcan más o menos daños.

Propagación de la llama
(Figura 4)

La detonación es una combustión supersónica de toda la masa gaseosa, o sea sin la participación directa del frente de la llama; en este caso la inflamación de la mezcla se origina por una compresión adiabática producida por la onda de choque. La detonación produce daños mucho más graves que la deflagración ya que al ser supersónica puede romper elementos resistentes al mismo tiempo que los débiles resisten, y para que tenga lugar es preciso que el aumento de presión originado por la deflagración inicial sea muy elevado, ello significa que en condiciones normales las únicas mezclas de gases con aire que pueden llegar a originar una detonación son las de acetileno, o las de hidrógeno y no en todas las ocasiones ya que las mezclas deben estar en proporciones más cercanas a las óptimas para la combustión que en el caso de las deflagraciones.
Las condiciones precisas para que el gas natural detone son tan inverosímiles que prácticamente se considera que no puede hacerlo.
Las ventilaciones exigidas por los Normas Básicas para las Instalaciones de Gas en Edificios Habitados, así como las exigidas para las salas de calderas tienen como finalidad evitar, o al menos retardar, que se pueda formar una mezcla gas-aire por encima del LlE sí se produce una fuga o se deja abierta una de las llaves de la cocina; en el caso de aparatos de mayor consumo, se llega al mismo resultado mediante el seguro de encendido del propio aparato que controla permanentemente la llama, y en el caso de aparatos industriales por las purgas o barridos antes del encendido.
La estabilidad de la llama de un quemador de gas viene únicamente ligada a la proporción de gas mezclado con el aire, a la correspondiente velocidad de propagación de la llama y a la velocidad de salida del gas. Si la velocidad de salida es inferior a la de propagación se produce un retroceso de la llama hacia el interior del quemador y si es superior ocurre desprendimiento de la misma que generalmente trae consigo su extinción.

4.4. Rendimiento de la combustión

* 4.4.1.- Generalidades
Tres son las causas que influyen en el mayor o menor rendimiento de una combustión:
A) De la correcta combustión que depende de la forma y tamaño de las llamas.
B) Del exceso o defecto de aire respecto al teórico de la combustión.
C) De la mejor o peor transferencia de calor entre las llamas y los humos con las sustancias a calentar.
Dos son los diagramas que pueden ayudar al análisis del rendimiento de una combustión: el de combustión y el del calor perdido con los productos de la combustión.

* 4.4.2.- Diagrama de combustión
En el proceso de combustión de un gas los productos obtenidos son de naturaleza distinta según sean las proporciones relativas de aire y gas, de tal forma que teóricamente:
En la combustión completa sin exceso ni defecto de aire los productos de la combustión son: anhídrido carbónico, nitrógeno y vapor de agua.
- En la combustión incompleta por falta de aire los productos de la combustión son:
Anhídrido carbónico, Nitrógeno, vapor de agua y productos inquemados entre los que los principales son el monóxido de carbono y el metano.
Sin embargo, en los casos reales, incluso trabajando con un exceso de aire, la combustión no es perfecta y por tanto como resultado de una combustión en la práctica se encuentran a la vez todos los productos que se han indicado para los casos ideales anteriores.
Para un gas de composición determinada, es posible representar la composición de los productos secos correspondientes a las diferentes posibilidades de combustión, esta gráfica se conoce con el nombre de Diagrama de Combustión de Ostwald.
En la figura, está representado el diagrama de combustión de un gas natural de una composición muy semejante a la del gas distribuido actualmente; la aplicación de este diagrama es que a partir de un análisis sencillo de los humos (C02 y 02) es posible deducir la proporción de inquemados y el tanto por ciento de exceso o defecto de aire. En el mismo diagrama se ha indicado, como ejemplo, un caso determinado,

* 4.4.3.- Calor perdido con los productos de la combustión
En el momento de su evacuación a la chimenea, los productos de la combustión contienen calor bajo la forma sensible, por su temperatura, y bajo la forma latente. Como inquemados o como vapor de agua. Dado que normalmente es difícil conseguir la condensación del vapor de agua y por tanto la recuperación de su calor latente no se tiene que tener en cuenta en el análisis de los rendimientos la potencia calorífica superior del gas, sino la inferior.
Para un gas determinado se puede representar en forma de diagrama el contenido calorífico (sensible y latente) de los productos de la combustión expresado en tanto por ciento de la potencia calorífica inferior del gas considerado a partir del tanto por ciento de exceso o defecto de aire y de la temperatura de los humos.

Diagrama de combustión
(Figura 5)

La figura 6, corresponde a esta gráfica para un gas natural de una potencia calorífica inferior muy parecido a la del gas distribuido por Gas Natural, en ella se indica un ejemplo, según el cual con una temperatura de los humos de 1.100ºC y un exceso de aire del 15% las pérdidas del calor con los humos representan el 61% de la potencia calorífica inferior del gas.

* 4.4.4.- Otras causas que influyen en el rendimiento
Otras muchas circunstancias pueden intervenir en el rendimiento de la combustión. Entre estas cabe citar la relación volumétrica entre las llamas y el hogar; la recuperación del calor sensible de los humos; las posibles incrustaciones; los ritmos de demanda de calor, etc. Estas circunstancias se pueden también extrapolar a los consumos domésticos, así por ejemplo: emplear el fuego adecuado al tamaño de la olla, evitar que las llamas salgan por los costados del recipiente o qué éste esté excesivamente cerco del luego, cocinar con los recipientes tapados y aún mejor toparías con otro recipiente en el que se realice otra operación.

Calor perdido en los procesos de la combustión
(Figura 6)

 

 

Actuaciones de emergencia

1.- RIESGOS DE LOS GASES COMBUSTIBLES
Mientras el gas se encuentra encerrado en las tuberías no presenta ningún riesgo, los riesgos aparecen cuando el gas se escapa mezclándose con el aire, o bien si el aire ha podido entrar en las tuberías mezclándose con el gas, aparte, lógicamente, de los riesgos derivados de la mala ventilación de los humos o de una combustión incorrecta. Los posibles riesgos pueden resumirse en los siguientes:
- Falta de presión de gas: Todas las tuberías de gas deben mantenerse permanentemente presurizadas, como garantía de que no puede penetrar en ellas aire; por esta causa deben tomarse precauciones en la maniobra de válvulas de la red que solamente debe realizarse por personal conocedor de la red.
No es conveniente dejar durante largo tiempo tramos de tuberías aislados, es preferible que queden conectados con la alimentación de gas o sea a presión, pues puede ocurrir que debido a las variaciones de temperatura y a través de poros, pérdidas en bridas, etc., en algún momento el gas fluya al exterior y en otros entre aire. Por esta misma causa siempre será conveniente al reanudar el servicio después de cualquier paro prolongado (reparación) de una instalación receptora (tanto industrial como doméstica) purgar el gas de las tuberías, con más razón si ha sido preciso cambiar algún tramo de tubería, esta operación se realiza siempre en los trabajos sobre las redes de Gas Natural BAN.

- Toxicidad: El gas natural, así como el butano, no es tóxico; sin embargo si la combustión de estos gases se efectúa con defecto de oxigeno por una falta de ventilación adecuada, a bien por una combustión Imperfecta, aparecerá en los humas, al igual que puede ocurrir en estas circunstancias con cualquier otro combustible. El monóxido de carbono, el cual en muy pequeña proporción en el aire (más del 0.02%) puede producir intoxicaciones graves.
La combustión incorrecta, en el caso de los gases, se puede producir por diversas causas.
A) Mala regulación del artefacto
B) Funcionamiento en un local mal ventilado
C) Llegada de aire de combustión mezclado con los humos de otro artefacto, por ello deben instalarse los calefones o termotanques como mínimo a 50 cm. de las cocinas.
D) Un enfriamiento brusco de la llama, por ejemplo llamas demasiado largas en un calefón, termo tanque o caldera, quemando en contacto con las partes frías.
E) En la mayoría de los incendios se forma monóxido de carbono. No debe confundirse el monóxido de carbono, que no tiene olor ni se ve y por lo tanto es muy traicionero, con los humos molestos e irritantes que pueden desprenderse en un incendio; un ejemplo puede aclarar esta afirmación, los humos negros que desprende un camión con motor diesel son muy molestos y malolientes pero son menos tóxicos que los incoloros que desprende un motor a nafta de un automóvil, pues éstos contienen más monóxido de carbono que los primeros.

El monóxido de carbono se combina muy fuertemente con la hemoglobina de la sangre, bloqueándola e impidiendo su actuación como transportadora de oxígeno.
Ante un intoxicado por monóxido de carbono se debe:
- Sacarlo de la atmósfera tóxica.
- Aflojarle las ropas sin desabrigarlo.
- Si no respira iniciar de inmediato el boca a boca (no esperar a disponer de un resucitador u otro aparato, se puede intercalar un pañuelo).
- Si no tiene pulso iniciar rápidamente, además, el masaje cardíaco.
- No cesar en boca a boca y el masaje hasta la recuperación del lesionado o hasta que un médico indique lo contrario.
- Cuando respire por sí solo le será conveniente respirar una atmósfera sobre oxigenada.
- En los casos graves puede ser precisa una transfusión.

- Asfixia: El único gas apto para la respiración es el oxígeno del aire, donde se encuentra en una proporción del 21% y cualquier otro gas, aunque no sea tóxico que se mezcle con el aire, diluyendo su contenido en oxígeno, puede producir trastornos, llegando a la muerte por asfixia.
El gas que diluya el aire puede ser el gas natural, el butano o los humos de una combustión correcta (si la combustión es incorrecta puede producirse a la vez asfixia e intoxicación). Si en el aire se mezcla un 20% de cualquiera de los gases indicados, el contenido de oxígeno descenderá al 16% y se producirán trastornos más o menos graves según la salud de la persona o el ejercicio que esté realizando. Si se llega al 40% de gas, el oxígeno habrá descendido al 12% y éste es un límite mortal.
Ante un asfixiado se deben adoptar las mismas indicaciones que para un intoxicado por monóxido de carbono, con la única diferencia que la recuperación no necesitará más asistencia en el momento que respire por si mismo en un ambiente de aire puro.

- Incendio: El gas que puede salir por una fuga se diluye con el aire circundante y podrá encenderse en presencia de un punto de ignición, siempre que la velocidad de circulación de la mezcla sea inferior a la velocidad de la propagación de la llama para dicha mezcla.
Lo anterior explica por qué es más fácil que se encienda una fuga de una tubería de baja presión que en una tubería de alta presión y en el caso de encenderse esta última porque la llama se mantiene a una cierta distancia del orificio de salida.

- Deflagración: Si en un recinto cerrado se produce una mezcla gas-aire, con una composición comprendida dentro de los límites de inflamabilidad y si en su seno se produce un punto de ignición, toda la mezcla deflagrará de una forma rápida con los consiguientes efectos de presión y de calor.
. Efectos de la presión: Cualquier tipo de gas saliendo a presión e incidiendo sobre la piel, especialmente si existe alguna pequeña herida o erosión puede introducirse en el cuerpo introducirse en el cuerpo creando inflamaciones y hematomas de largas duración.

2.- EMERGENCIAS

2.1. GENERALIDADES
Las actuaciones de emergencia pueden ser necesarias como consecuencia de hechos acaecidos en las instalaciones propias (redes de alta, media o baja presión, derivaciones, cámaras o recintos de válvulas y estaciones de regulación) o bien en las de nuestros abonados (cañerías, medidor y artefactos domésticos), a pesar de que la responsabilidad de la Empresa acaba en la válvula de corte del medidor. En algunos casos especiales se deben efectuar actuaciones de emergencia en lugares o por hechos que no están directamente relacionados con el gas.

En las actuaciones en general cabe distinguir tres tipos, a saber:
- Trabajos “programados”, que, como su nombre indica. Se resuelven en un orden correlativo y según las posibilidades operativas.
- Trabajos “urgentes”, que corresponden a la resolución de anomalías que no significan un riesgo inmediato, pero que deben resolverse con preferencia a los programados.
- Las “emergencias”, que son los trabajos que mientras no se resuelvan, de forma provisional o definitiva, o mientras no se demuestre lo contrario, significarán o pueden significar un riesgo.

A continuación se indicarán de forma general los diferentes tipos de emergencias que se pueden presentar en la distribución de gas, así como las actuaciones por parte de Gas Natural BAN y de los Servicios de Extinción de Incendios y Salvamento. Las emergencias pueden subdividirse en dos grandes grupos, a saber: las relacionadas con falta de gas y las originadas por fugas de gas, que en el ámbito de trabajo reciben las denominaciones de “sin gas” y “olor a gas”.
El contenido de los próximos capítulos es un resumen del plan de Emergencia de Distribución de Gas Natural BAN y de las correspondientes Bases de Actuación y Normas de Mantenimiento de Red.

* 2.2 “Sin gas”
Las actuaciones para resolver la falta de gas de los abonados se consideran trabajos urgentes, pero no de emergencia, salvo qué la avería corresponda a un hospital, asilo o escuela, o bien qué la ausencia de fluido sea general en un sector o barrio en cuyo casos, pasará a ser de resolución inmediata, o incluso de actuación de emergencia.
Si la presión ha descendido mucho, se deberá tomar toda una serie de precauciones antes de reanudar el servicio que se incluyen dentro de las actuaciones de emergencia. Esta falta de gas grave puede provenir del cierre incontrolado de una válvula de la red, o bien de la rotura de una tubería.

* 2.3. “Olor a gas”
* 2.3.1. Generalidades
En las reclamaciones por “olor a gas” se acude rápidamente, para constatar si realmente se trata de una fuga de gas o bien de algún otro producto cuyo olor haya sugerido al comunicante que era debido al gas. Lógicamente los métodos de actuación son diferentes en el caso de tener que actuar en las redes, o bien en edificios, pero en todo caso se consideran como actuaciones de emergencia.

* 2.3.2.- Fugas en las redes
Lógicamente no vamos a tratar aquí las fugas detectadas en los reseguimientos periódicos, sino las desconocidas que aparecen en un momento dado y que se pueden agrupar en tres tipos diferentes:
- Las provocadas por trabajos de otras empresas: como es normal lo fuga está localizada, y en muchos casos existe personal y maquinaria de obra civil que puede preparar el terreno para realizar no solamente una reparación provisional, sino incluso la definitiva.
- Fugas que tienen lugar en zonas de trabajo propias o de contratista. Lógicamente es una fuga localizada prácticamente para poder realizar la reparación provisional o definitiva.
Las tuberías de polietileno presentan la ventaja de poder anular fácilmente el paso de gas, mediante un pinzamiento de éstas mediante un equipo especial.
La necesidad de efectuar obra civil está prevista en el plan de actuación de Gas Natural, ya que el personal necesario está disponible, tanto durante la jornada laboral como fuera de ella, estableciéndose en este caso un servicio de retén, con personal perfectamente localizable y en disposición de acudir al lugar necesario en un tiempo mínimo; el vehículo usado por este personal está provisto de una emisora que permite el enlace permanente con el centro de atención de Urgencias.
Una fuga de gas en la red, o sea al aire libre, en general no presenta un riesgo muy importante, sin embargo, si el gas procedente de la fuga logra infiltrarse en recintos cerrados tales como alcantarillado, zonas con cableado telefónico o semáforos, edificios próximos, etc., crearía sin duda un riesgo de deflagración, de ahí que en el caso de una fuga de la red, mientras no se pueda localizar la fuga y abrir zanjas a través de las cuales pueda fluir el gas al exterior, será conveniente, en función de las características y caudal de la fuga:
- Levantar las tapas de cloacas y registros de servicio para evitar la posible acumulación de gas.
- Verificar que el gas no penetra en los edificios próximos, especialmente vigilar los desagües.
- Acordonar la zona si procede, de acuerdo con la intensidad del escape.
- Parar el servicio de los semáforos.
- Situar, a modo de pantalla, una plancha, tablero, etc., de forma que se dirija el gas en dirección contraria a los edificios.

Ante el riesgo de que una fuga de gas se inflame, debemos tener en cuenta las siguientes premisas
- El gas natural es mucho menos denso que el aire, por lo tanto a partir de la fuga se elevará rápidamente en la atmósfera diluyéndose con el aire.
- Para que la nube gas-aire se inflame precisa que se produzca un punto de ignición en alguna zona de la nube, cuya composición esté comprendida dentro del dominio de inflamabilidad, o sea entre 4.7% y 13.7%.

La odorización del gas es tal que ya se percibe su olor por una persona normal. Cuando se llega a 1% en el aire, o sea que no es preciso tomar medidas especiales, como puede ser el corte de la circulación, si no se percibe el olor del gas en el límite de la zona de circulación, teniendo en cuenta, como es lógico, la dirección del viento.
Lógicamente, en la zona en la que la que se perciba el olor a gas no debe permitirse fumar, encender cualquier tipo de fuego, o poner en marcha motores de combustión interna.
- Una fuga de gas en una tubería de alta presión origina un ruido alarmante, sin embargo la probabilidad de encenderse es menor que en el caso de tuberías de baja presión, ahora bien, una vez encendida originará una llama mucho mayor y por lo tanto creará dificultades de aproximación y extinción.
- El riesgo de inflamación del gas en una fuga de alta presión aumenta cuando baja la presión, por la maniobra autorizada de válvulas, o sea cuando el ruido disminuye y aparentemente se esta más seguro.
- Normalmente los trabajos iniciales para corregir una fuga Importante se efectúan lejos de la misma con lo cual se puede dar la sensación de que no se está haciendo nada.
- En tuberías de alta presión aunque se hayan cerrado válvulas el gas acumulado en su interior tarda bastante tiempo en eliminarse.

SI una fuga de gas se enciende, deben tenerse en cuenta las circunstancias siguientes:
- Si la fuga es muy pequeña se puede apagar fácilmente con un extintor de CO2 o de polvo, aunque el polvo presente después inconvenientes a la hora de efectuar la corrección provisional de la fuga. Siempre es conveniente refrigerar con agua, pues puede reencenderse con mucha facilidad. El producto extintor debe lanzarse, no ya a la base de las llamas sino al punto por el que sale el gas, de forma que se mezcle con el mismo. Una vez apagado no acercarse de inmediato al punto de la fuga en previsión de un reencendido intempestivo.
- Si una fuga es de una cierta importancia y las llamas no originan un nuevo riesgo, puede ser preferible dejar que arda el gas, hasta poder cortar el paso del fluido, pues de esta forma se tiene la seguridad que la nube de gas no penetra en ningún recinto cerrado, donde puede crear otro riesgo mayor.
- Cuando sea preciso apagar una fuga de gas de una tubería de baja presión que se haya encendido, se apagará automáticamente en el momento que se pueda cubrir con algo más de 20 cm. de agua, aunque esto tiene el riesgo de llenar la canalización de agua y barro. En principio la espuma no es opta para apagar un fuego de gas aunque puede ayudar al empleo de otros medios de extinción.

SI la fuga se presenta en cualquiera de los recintos cerrados que forman parte de las instalaciones de la red (cámara o recinto de válvulas, cámaras reguladoras. etc.) y a pesar de que los mismos están provistos de elementos de ventilación, procederemos a una aireación mayor de los recintos mediante el levantamiento de las tapas de acceso o visita, paralelamente se acordonará la zona si la envergadura del escape lo requiere. En estos casos la fuga se habrá podido originar por un defecto de la unión mecánica de algunos de los elementos, tales como uniones roscadas o como máximo por rotura de alguna de las membranas de un regulador. La anulación de escape requerirá el cierre de las válvulas que en algunos casos están fuera del mismo y por lo tanto serán de fácil actuación, si no fuera así y sea necesario penetrar en el recinto, el operario nunca actuará en solitario e irá provisto de equipo respiratorio y sujeto convenientemente por si fuera necesario su rescate desde el exterior; estas operaciones las realizará siempre personal de Gas Natural BAN.

* 2.3.3.- Fugas en edificios
El gas natural no es tóxico pero mezclado con el aire diluye el oxígeno del mismo pudiendo causar la asfixia o como mínimo molestias más o menos graves, cuando exista en el aire más del 20% de gas; por lo tanto siempre será conveniente el empleo de un equipo respiratorio si no se conoce cuánto gas puede haber en un local; además puede darse el caso que el aviso venga derivado de una intoxicación por mala combustión o falta de evacuación de los humos de la combustión en cuyo caso es posible que exista monóxido de carbono, razón de más para protegerse mientras no se haya podido ventilar el local.
En algún caso puede detectarse el olor a gas, en el Interior de un edificio, debido a una fuga de la red que se canalizo a través de alcantarillas, o cañerías de otros servicios, por encontrar el gas un camino más fácil por ellos que a través del pavimento de la calle, en esta circunstancia la única actuación posible es airear los locales, evitar los puntos de posible ignición y esperar que se realicen los adecuados trabajos de localización de la fuga para su anulación y reparación.
Para cortar el paso de gas a un local, edificio o vivienda, existen las siguientes válvulas:
- Válvula de servicio, enterrada y de acceso fuera de la vivienda.
- Válvula del medidor a la entrada de cada medidor.

Si la fuga se detecta en un domicilio cerrado y especialmente se prevé que hay personas en el interior, los operarios de Gas Natural proceden por un lado al aviso a la policía para poder entrar en la vivienda y por otro al cierre de la válvula del medidor. Esta misma actuación es correcta tanto si la realiza nuestro personal como cualquier otra persona, pero siempre debe tenerse muy en cuenta que EN NINGÚN CASO Y BAJO NINGÚN CONCEPTO DEBE VOLVERSE A ABRIR una válvula que se haya cerrado, ya que previamente se han de efectuar las pruebas de estanquidad preceptivas de las instalaciones, verificando que puede reabrirse sin riesgos, todo lo cual debe ser realizado por personal de Gas Natural BAN.
En el caso de que en el interior de la vivienda existiera alguna persona con síntomas de asfixia o de intoxicación por gases mal quemados se deberán tener en cuenta las instrucciones indicadas en el Capítulo I.
Si en un local únicamente se detecta olor a gas y no se prevé ningún tipo de riesgo importante bastará con airear la zona en la que se nota el olor, evitar los puntos de ignición y cerrar la válvula de bloqueo del medidor.
En el caso de que se haya producido una deflagración o que la fuga se haya encendido, aparte de los trabajos de salvamento o extinción se tomarán las mismas medidas que en los casos anteriores para cortar la entrada de gas.

3.- ORGANIZACIÓN PARA LA ATENCIÓN DE EMERGENCIAS
La primera fase organizativa para la atención de emergencias consiste en la recepción de la información, en la cual, así como en la resolución de las emergencias, tienen una actuación destacada los dos centros de control permanente existentes en Gas Natural para el servicio de toda su área de influencia; estos están unidos entre sí y con el exterior a través de diversas líneas telefónicas mediante un sistema de radio enlaces, pudiendo acceder a ellos a través de los siguientes teléfonos:

* Localidad: ………………………………………. ………………….
* Centro de Atención de Urgencias (CAU) …………………
* Emergencias (Público) 75.4-1137
Como medio de comunicación directa de Bomberos, Policía, Defensa Civil y Enargas,
se disponen los siguientes Nº: (011) 4754-1067 y (011) 4754-1981, que también es número de fax.
* Despacho ……………………………………..
Servicio Tel. (011) 4724-7110 / 7111. Fax. (011) 4754-2525

La atención de las emergencias de Gas Natural BAN está encomendada esencialmente a los “Equipos de intervención”, los cuales están dotados de los medios humanos y materiales para atender cualquier anomalía que surja en las diferentes áreas de distribución de la compañía.
El CAU dispone de Equipos de Intervención constituidos de la siguiente manera:
- Un responsable de la unidad que dirige, controla y supervisa la actuación de la misma.
- Un centro de control permanente durante las 24 horas y todos los días del año con personal de guardia.
- Ocho grupos  operativos  formados  por  dos  hombres cada uno, con vehículos provistos de radio-enlace con el CAU, así como de las herramientas y materiales imprescindibles para una actuación de emergencia.

4.- RIESGOS DOMÉSTICOS
Aunque parezca mentira existen más riesgos en el empleo doméstico del gas que en el industrial, a pesar de las diferencias de caudal, ya que:
- En ocasiones las Instalaciones se modifican por personas no técnicas, o bien se realizan reformas en las viviendas sin tener en cuenta las instalaciones de gas de tal forma que éstas pasan a ser inseguras.
- Es corriente la mala ventilación de los locales en los que se emplea gas, bien por no existir los orificios reglamentarios, o por haberlos tapado.
- Con el tiempo los artefactos domésticos envejecen o se ensucian, con lo cual la combustión es incorrecta, las seguridades de encendido fallan y casi nunca se realiza un mantenimiento adecuado para dichos artefactos.
- Los fuegos de la cocina pueden apagarse por corrientes de aire o por rebalse de los líquidos de ebullición quedando el gas abierto.
- Los niños acostumbran a ser muy curiosos e intentan imitar a los mayores en el manejo de los mandos de los artefactos, con lo que éstos pueden quedar abiertos.
- Puede ocurrir que se empleen las tuberías de gas para colgar objetos con peligro de dañarlas y producir fugas.

 

 

Seguridad en la utilización del gas

1.- PRESENTACIÓN
El gas natural ofrece indudables ventajas como fuente de calor, tanto en la industria como en el hogar, al tiempo que es un combustible muy seguro. Sin embargo, como toda forma de energía, el gas debe tratarse adecuadamente para evitar la liberación incontrolada de dicha energía.
Para conseguir que el gas sea cada vez más práctico y seguro, aúnan sus esfuerzos los fabricantes de artefactos, los instaladores matriculados y Gas Natural BAN, sin embargo el usuario también tiene un papel importante en esta tarea.

2.- CONSEJOS PRÁCTICOS DE SEGURIDAD

* 2.1. Generalidades
Las instalaciones de cualquier cliente empiezan en la válvula de bloqueo llave del medidor, o bien en la llave de vivienda cuando el medidor está ubicado en el interior de la misma. Se puede considerar que están constituidas por tres partes diferenciadas, a saber:
- Las tuberías y sus accesorios
- Los aparatos de utilización
- Los locales donde están Instalados
Y sobre estas partes se puede actuar de tres formas diferentes, a saber: en el momento de su instalación, montaje o puesta en marcha, durante el uso normal y en los trabajos de mantenimiento.
Tan importante como la correcta elección de los aparatos a gas, es el conocimiento que se tenga de los mismos, para lo cual ayudará el folleto de instrucciones que obligatoriamente debe entregar el vendedor del aparato.

* 2.2. Qué se debe hacer si se siente olor a gas
Antes de ser distribuido en la red, se añade al gas natural un odorlzante que permite identificar cualquier fuga de gas por su olor.
Si a pesar de haber seguido las normas de instalación, utilización y mantenimiento que se han indicado precedentemente, se nota olor a gas (olor desagradable, característico,
debido al Mercaptano que se adiciona al gas), ello significará que existe una fuga y se deberá actuar de la siguiente forma:
* Ventilar al máximo el local o los locales, abriendo puertas y ventanas.
* No encender fósforos o encendedores, no manipular interruptores eléctricos (tanto para conectar como para desconectar), no pulsar timbres y en general evitar cualquier tipo de chispa (ver figura 7).
* Cerrar la llave general de gas de la vivienda.
* Revisar las instalaciones, tuberías, flexibles, aparatos, etc., para descubrir cualquier anomalía y si es preciso avisar al instalador matriculado.
* Nunca se debe intentar localizar una fuga de gas con una llama, emplear para ello agua jabonosa.
* Si a pesar de estas medidas se continúa notando el olor a gas, o bien el olor proviene de la calle, de un patio, del hueco de la escalera o de los desagües, no dudar en avisar de inmediato y directamente al centro de atención de urgencias de Gas Natural BAN. En el interín evitar las posibles chispas en la zona en que se ha detectado el olor a gas (timbres, ascensor, motores de combustión Interna, etc.).
* En el caso que por error o por cualquier otra circunstancia se cierre la llave del medidor o la del abonado de otro local del inmueble, no se deberá volver a abrir dicha llave hasta que el cliente afectado SE HALLE PRESENTE y previa comprobación de que sus naves están cerradas y los flexibles bien sujetos, responsabilizándose por tanto, de su reapertura. SI la nave que se ha accionado es la de acometida del edificio, será la compañía suministradora quien deberá, previas las comprobaciones pertinentes, abrir dicha llave.

Los Teléfonos de GAS Natural BAN, a los se debe comunicar cualquier aviso de olor a gas, son:
Localidad: ………………………………………………. …………………………..
Centro de Atención de Urgencias (011) 4754-1137
Línea gratuita sin cargo 0800-81137
Estos teléfonos están en servicio las 24 Hs., los 365 días del año.

* 2.3. Tuberías y accesorios
* 2.3.1. Montaje
- Cualquier nueva instalación de gas o modificación de la existente ha de realizarla un instalador matriculado.
- El instalador matriculado entregará al usuario el correspondiente certificado
conforme la instalación sea correcta y cumpla con las disposiciones vigentes.
- Los trabajos sobre las instalaciones de gas no deben ser realizados por aficionados, por lo tanto, aunque la utilización de un experto pueda ser más cara, la seguridad conseguida bien lo vale.

* 2.3.2. Funcionamiento
- Es imprescindible que todo cliente conozca la situación de las válvulas y llaves de corte existentes en su instalación (del medidor y de los aparatos).
- Las válvulas de gas están cerradas cuando la palanca de la misma queda situada transversalmente respecto a la cañería.
- Es recomendable que por las noches, o siempre que se deba abandonar la vivienda por un tiempo más o menos largo, se cierre la llave general de la vivienda y previamente, como es lógico, las de los aparatos.
- Antes de abrir de nuevo la llave general asegurarse de que las llaves de todos los aparatos están cerradas.
- Si por error se cierra la llave de otro vecino del Inmueble, se actuará como se indica en el párrafo

* 2.2.
* Las instalaciones de gas no se deben emplear para usos diferentes a los previstos, así por ejemplo no se emplearán como soportes de otros objetos, tales como alambres para tender la ropa, etc., tampoco se utilizarán las cañerías de gas como tomas de tierra de aparatos eléctricos (ver figura 8).

* 2.3.3. Mantenimiento
- Si cualquier válvula se agarrota y no gira adecuadamente, no debe forzarse, deberá solicitarse la colaboración de un instalador matriculado para que la engrase adecuadamente.
- El acceso a las válvulas de bloqueo debe quedar expedito en todo momento no obstaculizándolo mediante muebles, etc.

* 2.4. Combustión
Los gases combustibles se clasifican por sus diferentes características físico-químicas, en dos grupos que reciben el nombre de “familias”.
La primera familia incluye los gases naturales y la segunda los G.L.P., entre ellos, como más extendidos, el propano y el butano. Los artefactos domésticos previstos para una familia determinada no funcionan correctamente con el gas de otra familia e incluso puede resultar peligroso su empleo.
La aplicación principal del gas es la producción de energía calorífica por combustión del mismo. La forma y color de la llama puede dar información sobre la buena o mala combustión, y por lo tanto sobre la posible emisión de humos tóxicos, así como sobre el rendimiento económico de la utilización del gas.
Las llamas correctas deben ser estables, prácticamente sin producir ruido y tener un color azul algo oscuro en el núcleo, rodeado de un azul claro y luminoso, más exteriormente dispone de un halo poco luminoso de color azul un poco violáceo.
Los principales defectos que pueden presentar las llamas de gas son los siguientes:
* Tendencia al retomo de la llama: La llama disminuye de tamaño y se hace ruidosa, llegando a apagarse, o lo que es peor, a que la combustión se desplace al interior del quemador, lo cual puede provocar accidentes por el hecho de calentar elementos de cocina que no están previstos que adquieran temperatura, así como intoxicaciones por mala combustión. Este fenómeno que se conoce como retorno de la llama se produce cuando la mezcla gas-aire es pobre en gas debido a obturaciones, o bien a una mala posición de la tapa del quemador, o sea en general, a un defecto de regulación. Este defecto se puede producir más fácilmente con pequeños consumos del quemador.
* Tendencia al desprendimiento de la llama: La llama pierde consistencia y tiende a separarse de los orificios del quemador con el consiguiente riesgo de apagarse por completo, con salida de gas sin quemar. Esto puede ser provocado por una mezcla excesivamente rica en aire, o bien por el ensuciamiento de la tapa del quemador que provoca el consiguiente defecto de regulación. Este se produce más fácilmente con los consumos máximos del quemador.
* Llama ondulante con puntas amarillas: Esto puede ser debido a un exceso de gas o una falta de aire. El rendimiento calorífico disminuye, el fondo de los recipientes de cocción se ensucia ennegreciéndose y se produce, como producto de la combustión incompleta, monóxido de carbono, que es tóxico. Todo ello indica que el artefacto precisa una revisión.

* Toda la llama toma coloraciones amarillas o verdes más o menos uniformes, ello se debe normalmente a que el quemador está sucio. También pueden producirse en el seno de la llama puntos luminosos amarillos o rojizos, como estrellas, ello si es momentáneo no tiene importancia y puede provenir de la llegada al quemador de partículas de polvo.

* 2.5. Aparatos de consumo
Todos los artefactos a gas llevan una placa de características, la cual garantiza su calidad y la seguridad de su empleo. Por el contrario no es recomendable la adquisición de artefactos a gas de segunda mano.

* 2.5.1. Cocinas
- Montaje:
* Los artefactos domésticos de cocción deben instalarse en ambientes que dispongan de las ventilaciones adecuadas, sin embargo una excesiva corriente de aire es contraproducente ya que puede producir la extinción de la llama dejando libre la salida de gas.
- Funcionamiento:
* Evitar las corrientes de aire excesivas durante el funcionamiento de la cocina.
* No se debe abrir el gas hasta tener dispuesto el elemento de encendido (fósforo. encendedor, etc.), si se actúa al contrario podría salir suficiente gas para producir algún pequeño incidente, además en el ínterin se puede sufrir cualquIer distracción, olvidando el mando abierto (ver fig. 9. pág. 24)
* No es recomendable dejar recipientes en el fuego cuando se sale de casa, aunque ello sea por poco tiempo, como tampoco es conveniente dejar encendidos fuegos sin utilizarlos, todo ello significa correr riesgos innecesarios.
* Los recipientes no deben llenarse en exceso para evitar que al entrar en ebullición pueda derramarse el liquido sobre los quemadores y apagar la llama, o como mínimo ensuciar el quemador (ver figura 10).
* Se deben cerrar en primer lugar los mandos de la cocina y después la llave de paso del artefacto situada en la pared. Hacerlo al contrario introduce la posibilidad de descuidos que dejen algún quemador abierto sin estar encendido. Se debe evitar trabajar con la posición mínima del quemador cuando éste está mal regulado.
* Si en la casa existen niños será preciso tomar otras medidas de prevención entre las que se pueden indicar las siguientes:
* No permitir que los niños jueguen con los mandos de la cocina.
* Emplear preferentemente los quemadores posteriores de la cocina que quedan más alejados y si es preciso emplear los delanteros, colocar los mangos de los recipientes de forma que no sobresalgan para evitar el posible vuelco Involuntario.

- Mantenimiento:
* Los quemadores deben mantenerse limpios y de tiempo en tiempo es conveniente limpiarlos con detergente y un cepillo metálico (ver figura 11). En general no es conveniente emplear soda cáustica o lavandina.
* Vigilar la buena combustión de los quemadores y si ésta no es correcta, hacer que un instalador matriculado revise y regule la cocina de nuevo.

* 2.5.2. Calefones, termotanques
- Montaje:
* La principal cuestión relacionada con la seguridad que incide en el montaje de estos equipos corresponde a la evacuación de los humos y a la consiguiente entrada de aire.

- Funcionamiento:
Estos equipos son muy seguros en su funcionamiento normal, las dificultades se pueden presentar cuando se realiza una sobre utilización de los mismos, así por ejemplo:
* En muchísimas ciudades el agua lleva sales de calcio y magnesio que se depositan en el interior de los serpentines, cuando en ellos el agua alcanza temperaturas superiores a los 75-800C. Los depósitos de sales impiden un correcto intercambio de calor y las tuberías se dañan con rapidez, llegando a originar reventones. Por tanto es conveniente no sobrepasar de forma permanente los 6O-650C.
Muchos tejidos cuando están resecos y calientes pueden arder muy fácilmente e incluso auto inflamarse, por ello no es recomendable emplear los radiadores y menos aun la caldera o sus salidas de humos para el secado de ropa.

- Mantenimiento:
* Las calderas de calefacción deben revisarse una vez al año antes de iniciar el período invernal, o sea después de un período más o menos largo de estar paradas.
* Debe comprobarse periódicamente que las chimeneas de evacuación de los productos de la combustión no están bloqueadas por hollín, trozos de ladrillo, nidos de pájaro, etc., ya que en este caso los gases quemados pueden escaparse y polucionar peligrosamente el aire del local por falta de tiro. Un signo que puede inducir a pensar que la evacuación de humos no es correcta es la decoloración o manchado de la pared por donde pasan los conductos, o bien de las juntas u orificios de la carcasa del aparato o de los tubos de evacuación.

* 2.6. Ambientes y ventilación de los mismos
Los artefactos a gas deben respirar. Ellos, al igual que las personas, inspiran aire fresco y expiran los humos o aire viciado. Por ello los artefactos deben instalarse en ambientes que cumplan las siguientes características:
- Ventilados, o sea disponiendo de las ventilaciones precisas para la entrada de aire y la salida de los productos de la combustión de los aparatos que no precisan su unión a conductos de evacuación (cocinas domésticas). Estos orificios de ventilación no se deben obstruir jamás.
- Disponer de conductos de evacuación de aire viciado y de productos de la combustión, para los aparatos que los precisan, de acuerdo con las reglamentaciones vigentes.
En el caso de aparatos de circuito estanco, por ejemplo las estufas de tiro balanceado, los locales donde se instalen no precisan cumplir las características indicadas anteriormente.
Las condiciones de ventilación de los ambientes donde se ubiquen equipos a gas deben mantenerse a pesar de las posibles modificaciones de los mismos, los errores más frecuentes a este respecto son: bajar el nivel de un techo, dejando en el falso techo las tuberías de gas o las ventilaciones.

* 2.7. Cambios de domicilio
Cuando se produzca un cambio de domicilio deben tomarse las siguientes disposiciones en el momento de abandonar la vivienda.
- Dejar todas las instalaciones en condiciones seguras, esto es, cerrar todas las llaves.
- Si se dejan artefactos a gas instalados, entregar con los mismos los folletos con las instrucciones de uso y mantenimiento.

En el caso contrario, o sea al entrar en un nuevo domicilio, se debe:
- Revisar todas las instalaciones comprobando que están en condiciones, que existan las llaves de paso adecuadas, que éstas funcionen y por último saber por dónde pasan las cañerías, así podrá evitar dañarlas o dejarlas encerradas en espacios no ventilados.

3.- QUE SE DEBE HACER SI FALTA EL SUMINISTRO DE GAS
Ante todo se deben cerrar todas las llaves de artefactos. La falta de gas puede provenir tanto de una avería en la distribución de la Compañía como de una avería en la instalación del cliente. En cualquier caso se debe comunicar la anomalía a los teléfonos indicados paro las averías por olor a gas.
En el caso que la falta de gas provenga de un problema ocasionado en la instalación del cliente, los operarios de la compañía orientarán al usuario para su resolución.

4.- AHORRO ENERGÉTICO
El correcto funcionamiento de los artefactos ahorra energía. El ahorro de energía depende de cómo se empleen los artefactos, por ello a continuación se darán algunos consejos para el ahorro energético que en ocasiones coinciden con las recomendaciones de seguridad.

* 4.1. Artefactos de cocción
- Mantener los mandos abiertos, tanto con el gas ardiendo mientras se realizan otras operaciones culinarias, o bien sin encender mientras se buscan y encienden los fósforos, significa un consumo inútil.
- Se deben emplear recipientes de diámetro adecuado al del quemador que se va a emplear, de forma que las llamas no sobresalgan del fondo del recipiente, con ello se ahorra energía. Desde el punto de vista puramente económico es preferible el empleo de cacerolas (anchas y poco altas)
- Los comestibles se cuecen por el tiempo que están en el agua en ebullición, o sea a 100ºC y no por la velocidad con la que esté hirviendo el líquido, por tanto se ahorrará gas si una vez alcanzada la ebullición, se mantiene ésta con el mínimo de fuego preciso.
- Siempre que sea posible, es preferible emplear ollas a presión, ya que al trabajar a mayor temperatura se acorta el tiempo de cocción, obteniendo un sustancioso ahorro de energía.
- Tapando los recipientes en los que se cocinan los alimentos, no sólo se ahorra parte de la energía que se pierde con el vapor, sino que se conservan más los aromas de la comida y se ensucian menos las paredes de la cocina.
- Un método muy práctico y económico consiste en tapar el recipiente en el que se está cocinando por medio de otro en el que se recupera el calor del vapor para otros usos.
- Cada vez que se abre la puerta del horno se pierde energía, por lo tanto no es conveniente controlar con demasiada frecuencia el estado de los alimentos en cocción.
- Se puede emplear el calor residual del horno como seca platos o para descongelar alimentos. Encender el horno únicamente para estas finalidades no es económico.

* 4.2. Calentadores instantáneos de agua (calefones)
Disponer de agua caliente de inmediato, significa comodidad y confort, pero la propia facilidad con que puede disponerse de ella hace olvidar, a veces, que ello consume energía y se utiliza con excesiva generosidad, como si de agua fría se tratase.
- Ducharse en vez de tomar un baño significa consumir una tercera parte de agua y una tercera parte de energía. Se aconseja cerrar el agua caliente al enjabonarse.
- Se debe graduar el calefón a poca temperatura, 60ºC es una temperatura más que suficiente ya que normalmente una ducha caliente se toma a unos 40ºC. Una regulación más elevada significa reducir el rendimiento del calefón y tener que mezclar mayor volumen de agua fría con riesgo de apagar el calefón a causa de la contrapresión, con las consiguientes molestias.
- Es más económico llenar la pileta de cocina las veces que se considere preciso que lavar la vajilla dejando correr continuamente el agua caliente.
- Durante la noche, en los períodos largos de ausencia del domicilio o cuando no se prevea su uso inmediato, es conveniente apagar el calefón. Aunque muy poca, el piloto también consume energía.
- Por el hecho de su funcionamiento automático, se olvida fácilmente que las revisiones periódicas realizadas por un buen servicio de mantenimiento aumentarán el rendimiento térmico del aparato.

* 4.3. Calefacción a gas
La calefacción total a gas es limpia, rápida y confortable, pero como cualquier otro tipo de calefacción, paro hacerla económica es conveniente seguir los siguientes consejos:
- Se debe evitar la penetración del aire frío del exterior o, lo que es lo mismo, impedir que se escape el calor a través de puertas y ventanas. Para ello se pueden aplicar burletes, si es posible instalar doble cristal en las ventanas y aislar en lo posible las cajas de las persianas enrollables. En ningún caso se deben suprimir las ventilaciones de los ambientes en los que hay instalados artefactos a gas, con la excusa de suprimir las pérdidas de calor.
- Para ventilar una vivienda bastan unos pocos minutos, sin embargo existe la costumbre muy extendida de ventilar en exceso, con lo que se consigue una pérdida importante de calor por enfriamiento del mobiliario.
- Colocando cortinas gruesas en las ventanas y cerrándolas cuando no haga sol y abriéndolas durante el día, de forma que el sol entre gratuitamente, se puede conseguir ahorro de energía.
- En el caso que exista en el domicilio una chimenea-hogar que no esté en uso, será interesante comprobar que permanezca bien cerrado el registro de tiro.
* La formación de bolsas de aire en los radiadores disminuye su poder radiante, al poner en servicio la calefacción y periódicamente deben purgarse los radiadores.
- Mantener caldeadas las habitaciones que no se usan, es un despilfarro de energía, por tanto es conveniente cerrar los radiadores de las mismas.
- Se debe evitar tapar los radiadores con cortinas, muebles o estantes que disminuyen la capacidad de Intercambio de calor.
- El correcto funcionamiento de los artefactos ahorra energía, por ello debe realizarse su mantenimiento utilizando periódicamente los servicios del fabricante o del instalador.
* Las temperaturas ambientales que se consideran óptimas para el confort son 20ºC durante el día y de 16 y 17ºC durante la noche. Aumentar estas temperaturas significa no sólo disminuir el confort sino elevar enormemente el consumo de energía.
- El ahorro de energía más perfecto se consigue con el aislamiento total de la vivienda (techos, paredes, ventanas, etc.) así como con la instalación de un sistema automático de regulación individual para cada habitáculo de la vivienda.

 

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