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La Perdíz

Ave gallinácea.
Soy del tiempo en que se enlazaban las perdices dice el gaucho viejo al referirse a épocas lejanas, pues en ese tiempo se cazaban las perdices enlazándolas con un pequeño lazo de cerda, colocado en la extremidad de una caña. Con el pasar del tiempo, mucha gente en el campo siguió cazando las perdices de esa misma manera, y aún más a menudo, lo comenzaron a hacer con una pequeña red colocada sobre un aro puesto en la punta de una caña. Los perdiceros las cazaban corrientemente con red o las mataban pegándole en la cabeza con una caña. 
Otra manera de matarlas, era mareándolas, dando vueltas de a caballo a su alrededor y pegándoles con el cabo del rebenque que lanzaban desde el mismo caballo. Hoy en día, todos esos métodos quedaron caducos, para pasar a un método mucho más práctico, pero salvaje a la vez: se matan con armas de fuego.
Hacerse perdiz: huir una persona o un animal, esconderse, desaparecer.
Así dicen las perdices, que cantan por divertirse; equivale a Así dicen, pero yo lo dudo.

 

La Taba

La Taba es un hueso astrágalo de la pata de la vaca, oveja, etc., llamado carnicol, en castellano.
Juego procedente de España, la que a su vez, lo heredó de los griegos.
Consiste en tirar al aire una taba de vaca. Si al caer esta queda para arriba el lado cóncavo a cara, llamado suerte, se gana. Y si cae del lado opuesto, llamado culo, se pierde. Si cae de costado no hay juego.

 

Taba Suerte

Tabas Calzadas

Taba Culo

El paisano tiene la habilidad de tirarla a regular distancia en forma de que se clave y no ruede: rodando se descubre el engaño si la taba es cargada. Mientras los apostadores apuestan a suerte o culo, como es lo regular; hay algunos que de afuera, lo hacen por panza o lomo y hoyo, u ombligo, que son los lados de la taba. Así ganan o pierden cuando la taba cae de costado, caso que no cuenta para quienes la tiran.
La taba se calza para que no pierda su forma por el uso.
Taba tramposa: hábiles personas que viven del juego y de sus trampas, cargan las tabas debajo de las calzas, por ser el lugar menos visible para tal picardía.
La taba se puede tirar de vuelta y media y de dos vueltas; si los tiros son fijos. El de roldana, que consiste en tirarla de manera que vaya dando muchas vueltas en el aire, girando hacia adelante y no hacia atrás como es lo corriente, carece de mérito, pues deja el resultado librado puramente a la suerte, al revés de los otros tiros en que se tienen en cuenta no sólo las vueltas que dan la ganancia, sino aquellas en las cuales el tirador puede lucirse.
Taba culera:  taba cargada  que da en tierra siempre con el lado deseado por el hábil tirador que la conoce.  Ver "cargar la taba", "echar culo" y "calzar la taba".
Dársele vuelta la taba: cambiar la suerte o situación de una persona. Con el andar del tiempo se dio vuelta la tab, y en tal cambio...

 

Las vacas

Uno de los animales que con más frecuencia se puede encontrar en estas tierras, son los bovinos, o más comunmente "la VACA". De cría, de tambo. Holando-argentino, Hereford, Shorthorn, entre otras razas.

No es fácil establecer con certeza la época prehistórica en la que los bovinos fueron reducidos al estado doméstico. Tampoco está totalmente aclarado si las actuales razas han derivado de varias especies extinguidas o de una especie primitiva: el Bos primigenius.
La cría de bovinos progresó notablemente entre los antiguos babilonios, los asirios, los persas y los egipcios, que conocían las normas relativas al engorde de estos animales y ya practicaban la castración y selección.
En la actualidad, la raza bovina presenta numerosas razas, que son, sin duda, el resultado de cruzamiento sucesivos, ya sean espontáneos o promovidos por el hombre, o debido a la aparición de mutaciones.
Entre las diversas clasificaciones propuestas y adoptadas, las que más responden a los fines zooeconómicos es la que subdivide la raza bovina doméstica, según sus aptitudes productivas, en tres categorías:
     1) Razas con una aptitud dominante (leche o carne).
     2) Razas con doble aptitud (leche y carne, o carne y labor).
     3) Razas con triple aptitud (leche, carne y labor).
Las actuales tendencias zootécnicas respecto a la especialización del ganado, demuestran sus preferencias por la raza una cualidad predominante; no obstante, puesto que tales razas son bastante exigentes en los que concierne a las condiciones ambientales y a la alimentación, las razas son doble aptitud, más rústicas y sobrias, son las que casi siempre predominan; en cuanto a la raza triple aptitud, está en progresiva disminución, paralelamente a la propagación de medios mecánicos en la agricultura, y sobrevive tan sólo en las zonas técnicamente atrasadas.

Las razas más extendidas en todo el mundo son, inclusive en el NOROESTEBONAERENSE, la raza "holando-argentino", "hereford", "shorthorn" y "aberdeen angus".
La cría de bovinos se realiza de acuerdo a varias directrices: manteniéndolos siempre en establos, o sea con estabulación permanente; en establos con pequeños recintos de pasto, y en estabulación en campo abierto.
En definitiva, se pretende llegar a la mejora del ganado y mantenerlo sano. Con la estabulación de campo abierto también se pretende reducir el coste de la producción, disminuyendo los gastos de construcción y manuntención de los grandes establos, de la mano de obra necesaria para el cuidado de los animales, etc. Esta  método es el adoptado en nuestra zona gracias al tipo de clima cálido o templado que aquí disfrutamos.
En lo que respecta a la producción de leche, la raza de triple aptitud, apenas tiene reservas para crear a sus crías. En nuestra zona la raza principal es la de aptitud dominante (leche y carne). La leche de vaca, contiene por término medio un 3,5% de grasa, con un máximo de hasta un 6%; la misma se extrae mediante el ordeño, a mano o con máquinas (tambo mecánico), como ya es casi una realidad para todos los productores de leche.
La producción de carne interesa no sólo interesa en las razas de aptitudes especializadas, sino también en las aptitudes múltiples. El consumidor prefiere siempre la carne relativamente magra, dotada de un justo grado de madurez, y por eso se sacrifican animales de un peso no superior a los 600 Kg.
En las razas bovinas que habitan en nuestros suelos, el macho es apto para la reproducción a la edad de veinte meses; mientras que la hembra entre los dieciocho y treinta, según las razas. A un toros, pueden serle asignadas en un año, de 50 a 60 hembras. La gestación dura 284 días y en cada parto nace un sólo ternero, con un peso de entre 35 y 40 Kg., que es amamantado por la madre durante 90 o 100 días y completa su desarrollo somático  hacia los tres años.
El peso de un bovino adulto varía entre los 400 y 1200 Kg.. La duración media de vida, independientemente de la utilización económica, oscila alrededor de los veinte años.

 

La Yerra

Hierra. Fiesta tradicional de los gauchos, expresión de virilidad e ingenio, la costumbre criolla de mayor resonancia.
Trabajo en que se procede a marcar las crías orejanas de vacuno y yeguarizo. Se efectúa en el otoño de todos los años. En esta época se va la mosca y se retira la sabandija.
Puede ser a corral o en rodeo.
En rodeo: consiste en enlazar (dos enlazadores por cada tres pialadores) a los orejanos y presentarlos a los de a pie que se encuentran en la playa, estos pialadores generalmente están en grupos de tres, por si uno se halla castrando. etc., y no hay capadores, señaladores y descornadores, queden libres dos, para pialar uno y apretar al ternero el otro; en este caso el que pialó debe correr a manear el animal y el que apreta presentará la pata y mano derecha del ternero para los efectos de la manada. Esta debe hacerse del lado derecho, puesto que a la izquierda va la marca; y si se maneara de ese costado quedaría la pata encogida, y lo quemado de la marca perdería su forma al tomar la pata su posición normal, quedando la cicatriz torcida hacia un lado u otro. A estos pialadores, trabajadores de a pie, se les entrega dos maneas por hombre, las que generalmente envuelven en la cintura para poderlas retirar rápidamente para manear. Estas maneas llevan señales distintas por cada grupo, así por ejemplo, muesca, horqueta y agujero. Para evitar confusión, deben entregarlas por grupo todos los días al terminar el trabajo. Cuando todas estas maneas están ocupadas, o sea los animales listos, maneados en el suelo, se avisa a los marqueros que se hallan atentos al lado del fogón, el que generalmente hace frente con el rodeo, que pueden venir a marcar pues la playa se encuentra completa para que después de efectuada esta operación, se proceda al desmaneo o puesta en libertad de los terneros.
El rodeo es mantenido a distancia de la playa por hombres de a caballo llamados atajadores, colocados de trecho en trecho, en la cantidad necesaria según la hacienda sea mansa o arisca.
Se suele poner dos o tres hombres de a caballo en la orilla del rodeo del lado de la playa, con la misión de ayudar al enlazador por si algún ternero, de los más grandes, se empacara, clavando la uña y exigiera un mayor esfuerzo al caballo del enlazador, dañándose el pescuezo con el lazo, sobre todo si el animal es muy gordo, y retardándose así el trabajo con esta negativa. Entonces estos hombres montados empujando por el pecho del caballo hácenles perder pie y facilitan la marcha hacia la playa. A dichos jinetes se les llama comúnmente empujadores. También se ponen dos jinetes, uno a cada lado del fogón, con el fin de hacer volver hacia el rodeo todo ternero que al ser largado tratara de ganar el campo, por más que el peón, de a pie, al soltarlo, debe enderezarlo mirando al rodeo, tirándolo de la cola. Algunos, con el calor de la marca, buscan afuera y pueden extraviarse.
El fogón donde se calientan las marcas es atendido por un hombre llamado fogonero, que generalmente es ayudado por los dos marqueros. El fogonero, generalmente es el que también hace los asados.
En un lugar un poco apartado, atrás del fogón, se colocan las tropillas para que los trabajadores puedan mudar sus caballos cuando es necesario. Estas tropillas son custodiadas por dos jinetes que hacen de peones y un encargado que debe vigilar las yeguas madrinas que se dejan maneadas y algunos animales acollarados que hubieran, como así también, cuidar que las tropillas no se desparramen demasiado.

De los trabajos del campo
ninguno hay tan deleitable
para mí como la yerra.
                                                      
Hilario Ascasubi "SANTOS VEGA"

 



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