TIERRA FÉRTIL
Año V - Nº 41 - Vedia, Enero de 2003

Revista de distribución gratuita, editada por la
Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Vedia.

Ser cristiano consiste en vivir personalmente en
relación con Cristo, y así actuar y servir como Cristo.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

"Empieza por hacer lo necesario, luego lo que es posible y de pronto te encontrarás haciendo lo imposible. Dios hará los milagros".

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

 

Editorial

 

Es tiempo
de sembrar

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Esto no es un anuncio del calendario agrícola, dado que cada semilla tiene su tiempo de siembra. Se trata simplemente de pensar juntos este año que comienza.
Alguien pensará: ¿No ha sido buena y abundante la siembra del año 2002 con tantos trabajos que se han hecho en la parroquia: misas en los barrios, celebración de las patronales, primeras comuniones, confirmaciones peregrinación a Luján, Fortín Acha, el trabajo social de Cáritas, encuentros diocesanos de catequesis, y todo lo que implica las celebraciones de tipo sacramental, etc.
- Sí, pero hay que seguir...
Y con la semejanza de la agricultura en su ciclo anual y después de la recolección, es tiempo de sembrar.
Y por ello, este año 2002, segundo del milenio, fue tiempo de sembrar y perpetuar la parábola del sembrador.
Estamos acostumbrados a querer cosechar rápido. Muchas veces no respetamos el proceso de la semilla: que muera en la tierra inclusive, corremos el riesgo de que la tierra no sea buena, o no esté preparada suficientemente, o porque descuidamos el desarrollo de la semilla en el suelo y no les prestamos mucha atención.
Aunque cueste interpretarlo, nuestra misión es sembrar.
En muchas circunstancias de la vida esta tarea se nos hace cuesta arriba, por eso necesitamos el empuje de la esperanza que nos hace intuir que sembramos para que Dios de los frutos. Que la siembra no es estéril. Que lleva su tiempo, pero que al final los resultados son inimaginables.
No nos quedemos con ninguna semilla, Dios se apasiona para que seamos generosos.
Que podamos presentarnos ante Él con las manos vacías, pero con el corazón satisfecho de haber esparcido las semillas que generosamente Dios nos ha regalado.
En este 2003 sigamos sembrando con alegría y color esperanza.

ES TIEMPO DE SEMBRAR
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

Padre Daniel

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

 

Para orar en el oratorio

 

Palabra de Dios

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

El que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

1 Jn 3, 10

Te alabamos Señor

 

Variedad

 

El pájaro del alma

Hondo, muy hondo, dentro del cuerpo habita el alma.
Nadie la ha visto nunca, pero todos saben que existe.
Y no sólo saben que existe, saben también lo que hay en su interior. Dentro del alma, en su centro, está, de pie sobre una sola pata, un pájaro. El pájaro del alma.
El siente todo lo que nosotros sentimos.
Cuando alguien nos hiere, el pájaro del alma vaga por nuestro cuerpo, por aquí, por allá, en cualquier dirección, aquejado de fuertes dolores.
Cuando alguien nos quiere, el pájaro del alma salta, dando pequeños y alegres brincos, yendo y viniendo, adelante y atrás.
Cuando alguien nos llama por nuestro nombre, el pájaro del alma presta atención a la voz, para averiguar que clase de llamada es esa.
Cuando alguien se enoja con nosotros, el pájaro del alma se encierra en si mismo silencioso y triste.
Y cuando alguien nos abraza, el pájaro del alma, que habita hondo, muy hondo, dentro del cuerpo, crece, crece, hasta que llena casi todo nuestro interior, a tal punto le hace bien el abrazo.
Dentro del cuerpo, hondo, muy hondo, habita el alma.
Nadie la ha visto nunca, pero todos saben que existe.
Hasta ahora no ha nacido hombre sin alma.
Porque el alma se introduce en nosotros cuando nacemos, y no nos abandona ni siquiera una vez mientras vivimos.
Como el aire que el hombre respira desde su nacimiento hasta su muerte.
Seguramente quieres saber de que está hecho el pájaro del alma.
¡Ah! es muy sencillo, está hecho de cajones y cajones, pero estos cajones no se pueden abrir así nada más.
Cada uno está cerrado por una llave muy especial.
Y es el pájaro del alma el único que puede abrir sus cajones.
¿Cómo? También esto es muy sencillo: con su propia pata.
El pájaro del alma está de pie sobre una sola pata, con la otra -doblada bajo el vientre a la hora del descanso- gira la llave, moviendo la manija y todo lo que hay dentro se esparce por el cuerpo.
Y como todo lo que sentimos tiene su propio cajón, el pájaro del alma tiene muchísimos cajones.
Un cajón para la alegría y un cajón para la tristeza, un cajón para la envidia y un cajón para la esperanza, un cajón para la decepción y un cajón para desesperación, un cajón para la paciencia y un cajón para la impaciencia.
También hay un cajón para el odio y otro para el enojo, y otro para los mimos.
Un cajón para la pereza y un cajón para nuestro vacío y un cajón para los secretos más ocultos (este es un cajón que casi nunca abrimos) y hay más cajones. También puedes añadir todos los que quieras. A veces el hombre puede elegir y señalar al pájaro qué llaves girar y que cajones abrir.
Y a veces es el pájaro quien decide.

Por ejemplo:
El hombre quiere callar y ordena al pájaro abrir el cajón del silencio, pero el pájaro por su cuenta, abre el cajón de la voz, y el hombre habla, habla y habla.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Otro ejemplo:
El hombre desea escuchar tranquilamente, pero el pájaro abre, en cambio, el cajón de la impaciencia y el hombre se impacienta.

Y sucede que el hombre sin desearlo, siente celos, y sucede que quiere ayudar y es entonces cuando estorba.
Porque el pájaro del alma no es siempre un pájaro obediente y a veces causa penas. De todo esto podemos entender que cada hombre es diferente por el pájaro del alma que lleva dentro.
Un pájaro abre cada mañana el cajón de la alegría; la alegría se desparrama por el cuerpo y el hombre esta dichoso.
Otro pájaro abre, en cambio el cajón del enojo; el enojo se derrama y se apodera de todo su ser. Y mientras el pájaro no cierra el cajón, el hombre continúa enojado.
Un pájaro que se siente mal, abre cajones desagradables; un pájaro que se siente bien, elige cajones agradables.
Y lo más importante: hay que escuchar atentamente al pájaro. Porque sucede que el pájaro del alma nos llama, y nosotros no lo oímos.
¡Que lástima! El quiere hablarnos de nosotros mismos, de los sentimientos que encierra en sus cajones.
Hay quien lo escucha a menudo.
Hay quien rara vez lo escucha.
Y quien lo escucha sólo una vez.
Por eso es conveniente ya tarde, en la noche, cuando todo esta en silencio, escuchar al pájaro del alma que habita en nuestro interior, hondo, muy hondo, dentro del cuerpo.

Mijal Snuni

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Ver la vida
Tierra Fértil, ENERO DE 2003.                   

Disfruta las frutillas

Una persona caía por un barranco y se sostuvo de las raíces de un árbol.
Arriba del barranco había un oso inmenso queriendo devorarlo. El oso rosnaba, mostraba los dientes, babeaba de ansiedad por el plato que tenía delante suyo; y abajo, listos para tragarlo cuando cayera, estaban nada más y nada menos que seis tigres tremendamente hambrientos. El levantaba la cabeza, miraba hacia arriba y veía el oso rosnando. Cuando el oso daba una tregua, oía el rugir de los tigres, próximos de sus pies.
Los tigres abajo querían comerlo, y el oso arriba quería devorarlo.
En determinado momento, el miró al costado izquierdo y vio una frutilla roja, linda, reflejando el sol. En un esfuerzo supremo, apoyó su cuerpo, sostenido solamente por la mano derecha y con la izquierda, tomó la frutilla.
Cuando pudo mirarla mejor, quedó admirado con su belleza. Entonces llevó la frutilla a la boca y disfrutó su sabor dulce y suculento. Fue un placer supremo comer aquella frutilla tan rica.
Quizá me preguntes "Pero, ¿Y el oso?". Olvida el oso y ¡come las frutillas!. ¿Y los tigres?. Mala suerte de los tigres, ¡come la frutilla!.
Siempre existirán osos queriendo comer nuestras cabezas y tigres queriendo arrancar nuestros pies. Eso hace parte de la vida, pero es importante saber comer las frutillas, siempre.
Nosotros no podemos dejar de comerlas sólo porque existen osos y tigres.
Los problemas no impiden a nadie ser feliz.
Come la frutilla, no dejes que ella escape. Puede no haber otra oportunidad, para experimentar algo tan sabroso.
Relájate y vive un día a la vez: ¡come la frutilla!. Los problemas están en la vida de todos, pero gran verdad es que el mejor momento para feliz es ahora.
Tal vez mirarnos hacia arriba con temor, pues alguien muy poderoso puede estar pensando en hacernos daño. Miramos hacia abajo y ahí puede estar escondido algún enemigo. Vivimos en un mundo en el que nos relacionamos con todas las personas pero no sabemos que piensan, que sienten, qué quieren de nosotros.
Sucede también con los problemas. Muchas veces sentimos una gran presión, estamos ahí mirando hacia arriba, hacia abajo y sólo vemos problemas y más problemas.
Entonces, sin darnos cuenta dejamos de vivir el momento, el presente. Dejamos de disfrutar de los que sucede aquí y ahora.
Parece difícil, pero es posible vivir este momento, separarse del resto, dejar que nos motive lo que se presenta.
Esto no significa ignorar lo que nos está sucediendo, sabemos cuales son nuestro problemas, sabemos también que puede suceder o tal vez no, pero también en este instante algo maravilloso puede estar sucediéndonos y por dejarnos llevar por los problemas dejamos de vivenciarlo como se debe.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Nos preocupa el dinero, entonces pasamos el día haciendo cuentas y nuestros hijos nos regalan sonrisas, alegrías, caricias y no las vemos ni las sentimos.
El auto no nos funciona bien y entonces estamos atento a todos sus ruiditos y a sus fallas, y en ese camino que estamos transitando no apreciarnos el paisaje.
El día no fue bueno y llegamos a casa y mamá y papá o nuestra pareja nos espera con una comida preparada para nosotros, con la mesa servida, pero no apreciamos nada, porque solo estamos pensando en lo malo que nos sucedió.
En el trabajo nos exigen un mayor rendimiento y entonces, sometidos a esa presión, dejamos de amar lo que hacemos, pues nos preocupa solo cumplir con lo que nos exigen y temerosos nos movemos como máquinas.
Y así se nos pasa la vida... De problema en problema... Pero es así también como estamos viviendo, sin dejarnos salpicar por las alegrías, ni por esos flashes que no están ahí por casualidad, sino que como rayos fugaces nos están diciendo: Vive... Ahora ¡¡¡Ya!!!

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

No dejes pasar los buenos momentos, no los ignores, ni pienses que esto bueno que ahora, en este instante, está sucediendo, mañana se repetirá.
Cada momento de nuestra vida es único e irrepetible ¡¡¡No te lo pierdas!!!

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

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Sintiendo
Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Resistiré

Cuando pierda todas las partidas
cuando duerma con la soledad
cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz.

Cuando sienta miedo del silencio
cuando cueste mantenerse en pie
cuando se revelen los recuerdos
y me pongan contra la pared

Resistiré erguido frente a todo
me volveré de hierro para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
soy como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.

Resistiré
para seguir viviendo
soportaré los golpes
y jamás me rendiré
y aunque los sueños
se me rompan en pedazos
Resistiré.

Cuando el mundo pierda toda magia
cuando mí enemigo sea yo
cuando me apuñale la nostalgia
y no conozca ni mi voz.

Cuando me amenace la locura
cuando mi moneda salga cruz
cuando el diablo pase la factura
o sí alguna vez me faltas tú.

Resistiré erguido frente a todo
me volveré de hierro para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
soy como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.

Resistiré
para seguir viviendo
soportaré los golpes
y jamás me rendiré
y aunque los sueños
se me rompan en pedazos
Resistiré.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

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Estrellas o cometas

Hay personas Estrella y hay personas Cometa.
Los Cometa pasan. Apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven.
Los Estrella, en cambio, permanecen.
Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida apenas por instantes, no cautiva a nadie, nadie la cautiva. Es gente sin amigos, que pasa por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia.
Así son muchos artistas. Brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida. Y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen.
Así son muchos reyes y reinas de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. También entran los hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la mayor facilidad.
Así son las personas que viven en una misma familia y pasan al lado de otro sin ser presencia, sin existir.
Lo importante es ser Estrella. Hacer sentir nuestra presencia, ser luz, calor, vida. Los amigos son Estrella. Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero en nuestros corazones quedan sus marcas.
Ser Cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones. Es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo.
La soledad es el resultado de una vida Cometa. Nadie permanece, todos pasan. Y nosotros también pasamos por los otros.
Es necesario crear un mundo de personas Estrella, verlas y sentirlas todos los días, contar con ellas siempre, ver su luz y sentir su calor. Así son los Amigos Estrellas en nuestras vidas.
Se puede contar con los amigos. Ellos son refugio en los instantes de tensión, luz en los momentos oscuros, pan en los períodos de debilidad, seguridad en los pasajes de desánimo.
Al mirar a las personas Cometa es bueno no sentirnos como ellas, ni desear el agarrarnos de su cola. Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella, dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia vivir y construir una historia personal.
Es bueno sentir que somos luz para muchos amigos y que ellos nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó.
Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.
Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas.

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"Paz en la tierra, una tarea permanente"

Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de la Paz
1º de Enero de 2003

¿Qué es la Paz?
Cuando pensamos en la Paz, lo primero que se nos ocurre es la ausencia de guerra.
Pero la Paz es mucho más que eso.
Así como la Siembra comprende una suma de tareas que incluye preparar la tierra, delinear los surcos, seleccionar las semillas, elegir el momento oportuno, hacer acopio de los materiales y herramientas que se van a utilizar, y no solamente el hecho de introducir las semillas en la tierra, la Paz también implica muchas cosas.
La Paz implica preparar el terreno para que no surjan circunstancias que la puedan poner en peligro.
La Paz necesita de la tolerancia, de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad y también de la responsabilidad de los gobernantes, quienes tienen el destino de los pueblos en sus manos, para tomar decisiones acertadas que hacen al bien común.
La Paz se nutre de las buenas intenciones, de la educación, de la comunicación, del compromiso, del respeto.
La Paz se hace presente en cada momento del día, en el pan en la mesa, en la dignidad del trabajador que gana su sustento honradamente, en el trato cordial de un empleado público, en los jóvenes que se preparan para ser personas de bien, en el vuelo migratorio de las aves, en un niño que aprende a cuidar un árbol, en un abuelo que sonríe, en la primera siesta de un bebe, en la evolución del ser humano hacia su destinó superior, en el progreso de a ciencia aplicada a la sanación, en el respeto por la Madre Tierra, por lo sagrado, por el río, por nuestros hermanos.
Todo eso es La Paz...
Y tantas cosas mas que podemos descubrir a cada instante si tenemos la suerte de poder vivir en Paz.

 

Enseñanzas

Perspectiva de la vida
Tierra Fértil, ENERO DE 2003.                                 

Si nunca...

Si nunca arriesgas a perder,
nunca te das la oportunidad de ganar.

Si nunca afrontas la pena de partir,
nunca conocerás la alegría del regreso.

Si nunca sufres muriéndote en la siembra,
nunca te gozarás renacido en la cosecha.

Si nunca te dueles bajo el peso de tu culpa,
nunca saborearán el alivio del perdón.

Si nunca mueles los granos de tu trigo,
nunca conocerás el sabor del pan.

Si nunca afrontar el miedo de dejar de ser como eres,
nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.

Si nunca estás dispuesto a dejar todo lo que tienes,
nunca sentirás que lo tienes libremente.

Si nunca estás dispuesto a morir por una causa,
nunca sabrás para que vives.

Si nunca encaras tu pena, y dejas de reír para llorar,
nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para reír.

Si nunca te arriesgas a cruzar el río,
nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla...

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

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DESARROLLO
Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

El Bambú Japonés

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio que quien cultiva la tierra se impaciente frente a la semilla sembrada y grite con todas sus fuerzas: ¡¡¡Crece, crece!!!
Hay algo muy curioso que sucede con el Bambú Japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras las rentillas, la abonas y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros. ¿Tardó sólo seis semanas crecer?. No, la verdad es que se torno siete años y seis semanas para desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de 7 anos.
Sin embargo, en la vida cotidiana, machas veces tratamos de encontrar soluciones rápidas, soluciones apresuradas, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizá por la misma impaciencia, cuando aspiramos resultados a corto plazo, abandonamos súbitamente justo cuando ya estábamos a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del Bambú Japonés, y aceptar -en tanto no bajemos los brazos-, ni abandonemos por "no ver" el resultado que esperamos, si está sucediendo algo dentro nuestro, estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

"La vida a veces es el bambú, ¿Creciste?"

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Humor para pensar en serio
Reírse de uno mismo es síntoma de buena salud
Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Así es la realidad de la vida

Dios los creó al burro y dijo: Serás burro, trabajarás incansablemente de sol a sol, cargarás peso en tu lomo, comerás pasto, no tendrás inteligencia, vivirás 40 años.
El burro respondió: seré burro, pero vivir 40 años es demasiado, dame apenas 20 años.
Y Dios se lo dio.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Dios creó al perro y dijo: Cuidarás la casa de los hombres y serás su mejor amigo. Comerás los huesos que te den. Vivirás 20 años y serás perro.
El perro respondió: Señor vivir 20 años es demasiado, dame sólo 10.
Y Dios se lo dio.

Dios creo al mono y dijo: Serás mono, saltarás de árbol en árbol haciendo monadas y divirtiendo a los demás. Vivirás 20 años.
El mono respondió: Señor, vivir 20 años es demasiado, dame sólo 10.
Y Dios se lo dio.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Tierra Fértil, ENERO DE 2003.

Finalmente, Dios creo al hombre y dijo: Serás hombre, el único ser racional sobre la faz de la tierra, usarás tu inteligencia para sobreponerte a los demás animales y a la naturaleza, dominarás el mundo y vivirás 30 años.
El hombre respondió: Señor, seré hombre, pero vivir 30 años es muy poco; dame los 20 que rechazó el burro, los 10 que el perro no quiso y los 10 del mono.
Así lo hizo Dios: El hombre vive 30 años como hombre, se casa y pasa a vivir 20 años como burro, trabajando y cargando todo el peso sobre sus hombros; después se jubila y vive 10 años como perro, cuidando la casa; para luego ser viejo y vivir 10 años de mono, saltando de casa de un hijo a la casa de! otro haciendo payasadas para divertir a los nietos.

 

Mi nombre es Daniel y soy sacerdote, gracias a Dios los bonaerenses tenemos este sitio que es muy completo, por eso quiero ofrecerme para cualquier ayuda espiritual que necesiten o quieran pedir oraciones que pondremos en las intenciones de la Misa, puedan hacerlo vía correo electrónico (E-mail). Recibirán respuesta en 48 - 72 hs.
Un fuerte abrazo en Cristo que los quiere y bendice.

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